Testimonios
"Grandeza, para concebir, para realizar, para emprender, abierta a grandes iniciativas en el campo pastoral, nunca satisfecho, siempre buscando “el más” y “el cómo” mejor servir a Jesucristo y a la Iglesia. Grandeza, que para él se identificaba con la búsqueda seria y responsable de la santidad…"
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Monseñor Juan Alberto Puiggari
Obispo de Paraná
Cabe destacar su abnegación y capacidad de sacrificio. "Dieciocho horas de confesionario, una para la Misa con su preparación y acción de gracias... y van diecinueve, otra de breviario... ya son veinte, otra de predicación catequética... y llegamos así a veintiuna... Y esto un día y otro día... un año y otro año".
Monseñor Eduardo María Taussig
Obispo de San Rafael
"Se trata de una espiritualidad seria, profunda, perseverante. Además, un educador que tanto bien nos haría hoy."
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Monseñor Fernando Carlos Maletti
Obispo de Merlo - Moreno
"...querido Padre Etcheverry a quien siempre recuerdo con cariño y gratitud, ya que le debo en buena medida, lo más hermoso que Dios me ha regalado: el Sacerdocio ."
Monseñor Raúl Rossi
Obispo de San Martín
"Su austeridad y capacidad de sufrimiento eran extraordinarios por lo que pudimos observar en el poco tiempo que estuvo entre nosotros.
Dios quiera que su proceso para su Beatificación siga adelante y haga milagros.
Que el nos ayude a construir la tierra mirando al cielo, como nos decía.
Sor María Cruz Múgica
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"Como el Padre Etcheverry celebraba la Misa, no la he visto celebrar nunca aún a ningún otro."
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Profesor Luigi Gedda
Presidente de la Acción Católica Italiana
"...solícita e incansable vida, al servicio de Dios y de su sacerdocio, gracias por ese ejemplo continuo de fe, de fortaleza y de amor."
Dra. Lila Blanca Archideo
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“Conocerlo significó un antes y un después en mi vida cristiana”.
El Padre Luis María siempre repetía la frase: “Nada del humano me es ajeno”. Tenía la convicción de que todo lo humano es educable y, por lo tanto, cultura es cultivar, potencializar a una persona, potencializar una institución, potencializar la sociedad. “Con esa visión muy amplia, encaró todas estas iniciativas de manera que, para él, cultura era formación completa de todas las personas y de cada persona”.
Carlota E. Rava​
"Son muchos en los que despertaba el anhelo de santidad ya sea en la vida seglar o en la vida consagrada. Jóvenes que se iban a comprometer con su profesión, matrimonios ejemplares, familias cristianas y un gran número de personas consagradas a Dios: más de 150 entre sacerdotes, Servidoras, religiosas.
Allí, en su radicalidad de identificación con Jesucristo, podemos encontrar la fuente más profunda de su fecundidad sobrenatural, de su capacidad de inspirar a muchos a seguir al Señor y poner la propia vida al servicio de “construir la tierra mirando el cielo” y de “ir al cielo construyendo la tierra”
Mabel Liebana